Nuestro caballero está prácticamente "reformado", cambiado, nuevo. Lo ha aprendido casi todo y se está renovando como persona, desde su yo más interior.
Se encuentra en la cima, en lo más alto, en el punto más álgido. Sólo le queda desprenderse del pasado, de lo conocido, de sus hábitos... para poder agarrar con ganas y fuerzas lo nuevo, lo desconocido.
Le da miedo, es normal. Nos aferramos a lo conocido por miedo a lo desconocido. Ya sabes lo que dicen, más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Pero no estoy de acuerdo. El cambio es bueno. Cambiar significa avanzar.
Al desprenderte de todo lo viejo, verás realmente con claridad. Tendrás una nueva oportunidad, para empezar de nuevo, para enmendarte.
" El caballero permaneció en la cima, respirando profundamente y le sobrevino una sobrecogedora sensación de bienestar. Se sintió mareado por el encantamiento de ver, oír y sentir el universo que le rodeaba. Antes, el temor a lo desconocido había entumecido sus sentidos, pero ahora podía experimentar todo con una claridad sorprendente."Moraleja
Es difícil desprenderse de nuestra vida pasada. De lo que ya conocemos, de nuestros hábitos, de nuestras maneras de hacer las cosas. Pero es la única forma de aprender, de cambiar si verdaderamente queremos hacerlo. Sólo así veremos la luz, por decirlo con algún eufemismo. No tengamos miedo de desprendernos, no nos pongamos barreras. Las barreras encierran a las personas en esas armaduras particulares que nosotros mismos nos ponemos. Reinventémonos.
Si tenemos la voluntad necesaria, las vistas al otro lado serán maravillosas...
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