El dilema del caballero

Capítulo 1


Para empezar, después de la primera lectura del capítulo, he de decir que claramente me siento identificada con el protagonista, y ahora iré explicando en qué cosas concretamente.
Desde el principio me ha llamado la atención que el caballero hacía siempre lo que le apetecía sin pensar si a los demás les molestaba lo que estaba haciendo :  
" Cuando en el asunto de la caballería había crisis, tenía la mala costumbre de rescatar damiselas incluso cuando ellas no deseaban ser rescatadas y, debido a esto, aunque muchas damas le estaban agradecidas, otras tantas se mostraban furiosas con el caballero. Él lo aceptaba con filosofía. Después de todo, no se puede contentar a todo el mundo "
En esto me veo reflejada en algún momento de mi vida, que me comporto más según mi " niña interior ", haciendo siempre lo que me apetece y por que me apetece, sin pensar en los demás y/o en las posibles consecuencias. De hecho, yo también digo muchas veces " no le puedes gustar a todo el mundo ".
Al emocionarse ante cierta actividad, el caballero se entusiasmaba tanto que no sabía hacia donde ir y escogía todos los caminos, todas las direcciones... MAL, escoge tu camino y ve hasta el final, no intentes recorrerlos todos. Esto lo he aprendido de un tiempo para acá, puesto que yo muchas veces también me comportaba como el protagonista... asi que me ha recordado a mí totalmente.
" Su entusiasmo era tal que a veces partía en varias direcciones a la vez, lo cual no es nada fácil. "
El caballero, al principio de este primer capitulo, solo pensaba en él, en lo que le apetecía, en lo que le gustaba, hacia donde quería ir en cada momento... sin pensar ni valorar lo que tenía en casa que tanto le había costado conseguir en su momento... Quien no se puede sentir identificado con esto ? Yo desde luego SI. La familia, el amor, los amigos... hay que cuidarlo cada día, sino se marchitan. Pero infortunadamente, esto solo lo aprendemos cuando ya es demasiado tarde, y vienen los arrepentimientos. Podría decir un par de situaciones pasadas de mi vida en las que me comporté así...aunque también me sirvieron para no volver a hacerlo en un futuro y valorar cada día lo que tengo y sobre todo lo que me ha costado conseguirlo.
El caballero, al igual que nosotros, no se daba cuenta de lo que pasaba fuera de su "mundo" en el que estaba ensimismado, era testarudo y pensaba que él tenía la razón, y los demás son unos exagerados y se equivocan... FALLO. Sólo que nosotros nunca lo vemos. Las criticas duelen, y no las queremos creer.
Una vez conseguimos las cosas, pierden su valor, ya no las queremos. Hasta que las perdemos, y parece que se revalorizan de repente. Nos damos cuenta de lo que hemos perdido...vienen los lloros,los arrepentimientos.
A mí, me ha pasado. Perdemos gente por no saber valorarlas desde un principio. Luego aprendes... tarde, pero aprendes.
" Lo que tu amabas, dijo Julieta, espiando a través de la visera para poder ver sus ojos, era la idea de rescatarme. No me amabas realmente entonces y tampoco me amas realmente ahora. "
 Nos dan un ultimatum, y entonces... ZAS, abrimos los ojos. Lo queremos nuevamente. Nos desesperamos por no perderlo o por recuperarlo. Intentamos pensar y hallar soluciones rápidas. Eso le pasa a nuestro caballero también.. pero a quien no alguna vez ?
Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.
" El caballero descartó una idea tras otra por considerarlas poco viables. Algunos planes eran realmente peligrosos. Sabía que cualquier caballero que se plantease fundir su armadura con la antorcha del castillo, o congelarla saltando a un foso helado, o hacerla explotar con un cañón, estaba seriamente necesitado de ayuda. Incapaz de encontrar ayuda en su propio reino, el caballero decidió buscar en otras tierras. "
No sabemos el daño que les hacemos a las personas que queremos con nuestras acciones, nuestros detalles, nuestro día a día. Cuando nos quitan el velo,o cuando lo perdemos, es cuando sentimos ese gran dolor, esa presión en el pecho... ese sufrimiento.
 " Cuando la armadura desaparezca y estéis bien
sentiréis el dolor de los otros también. "

Moraleja

No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Somos egoistas por naturaleza. Solo aprendemos a base de palos, de pérdidas. Debemos aprender a valorar lo que tenemos en el día a día, a cuidarlo, para que no nos pase como al caballero. Su avaricia rompió el saco,iba a perder a su familia por no haberlo cuidado, por haber pensado sólo y exclusivamente en él.
Aunque dicen que más vale tarde que nunca, y que todo el mundo merece una segunda oportunidad. Estoy a favor de ambas cosas. Tanto por que me encontré varias veces en la situación del caballero, como me encontré otras tantas en la situación opuesta.

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